El Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) ha beneficiado a más de 400,000 inmigrantes que viven en los Estados Unidos, proveyéndoles un permiso de trabajo renovable y una protección relativa contra la deportación. Los inmigrantes salvadoreños y hondureños constituyen la inmensa mayoría de los titulares del TPS. Este informe examina los indicadores claves de la integración de los inmigrantes beneficiarios del TPS según una encuesta multi-regional de 2,098 encuestados en las cinco regiones con las mayores concentraciones de inmigrantes centroamericanos. Los hallazgos muestran que los beneficiarios del TPS han residido en los Estados Unidos durante al menos 20 años y dos tercios tienen hijos nacidos en Estados Unidos. Aproximadamente la mitad de los beneficiarios del TPS se han inscrito en oportunidades educativas después de haber llegado a los Estados Unidos, tales como terminar la escuela secundaria, obtener un GED o tomar cursos de inglés. Los beneficiarios del TPS tienen la tasa de participación laboral más alta y una tasa más alta de actividades empresariales que otros grupos de inmigrantes: más del 88% de todos los beneficiarios del TPS forman parte de la fuerza laboral. Aproximadamente un tercio son propietarios de sus casas y se mantienen activos en sus comunidades y organizaciones. Todo esto indica que los inmigrantes beneficiarios del TPS ya tienen raíces en Estados Unidos y que están socialmente integrados en sus comunidades por todo el país. Por tanto, el TPS representa un paso en la dirección correcta, pero evidentemente se necesita un estatus más seguro.